A pesar de que todos pueden tener un mal día, vivir inmersos en un ambiente de desmotivación y apatía afecta el desempeño en el trabajo, señala De Waart.
Para este experto, una de las causas principales de desequilibrio emocional y de desmotivación laboral consiste en trabajar
, día tras día, sin conseguir los objetivos marcados por la empresa o el empleador, "lo cual nos conduce al miedo, porque pensamos que quizá nuestro puesto esté en peligro".
"En el plano personal, esta situación nos hace sentir poco exitosos y en ocasiones fracasados", señala De Waart, quien para solucionarla propone que la gente se asegure de que los objetivos que le fijen sean "concretos, realistas y ambiciosos, y se definan tanto en equipo como de forma individual".
Establecidos unos objetivos razonables, es necesario convertirlos luego en metas mensuales y semanales, en cuya consecución el trabajador debe poner todo su interés y energía.
La clave es el ambiente
Otro factor desmotivador es la falta de un buen ambiente entre los empleados, lo cual suele ocurrir por la falta de comunicación y colaboración entre los equipos, que generan las presiones empresariales. A la larga esto puede acarrear estrés y problemas personales.La solución, señala el experto, cruza por establecer diálogos con los compañeros acerca de lo que se percibe en el ambiente laboral y pedir iniciativas para mejorar las relaciones entre todos. Lo ideal es hacerlo en una reunión en la que, para empezar, se valore de 1 a 10 el ambiente y luego se propongan y discutan soluciones para cambiar las cosas.
De acuerdo con De Waart, utilizar números permite "detectar el ambiente sin culpabilizar a nadie, y al preguntar cómo puede ser mejorado, se obliga a los asistentes a mirar hacia delante y a responsabilizarse de la situación y de los resultados", remarca.
El experto insiste, además, en la necesidad de que haya recompensas de tipo emocional en el trabajo, es decir que los empleadores presten atención y valoren el trabajo de la gente. "La mayoría de jefes cree que la única recompensa reside en el sueldo de fin de mes, no piensan en los esfuerzos que hacen los empleados", afirma De Waart.
E insiste en que no ser reconocido es una de las quejas más frecuentes entre los trabajadores. "No tenemos que esperar el reconocimiento de los demás, sino obtener nuestra satisfacción personal de haber realizado nuestro trabajo de la mejor manera posible, de conseguir resultados y de ver que los clientes están satisfechos con nuestro servicio", afirma.
Claves para trabajar con ganas
Relación conflictiva o distante con el jefe: pregúntele qué opinión tiene sobre usted, y a partir de lo que responda, pregúntele qué podría hacer para mejorar la relación o esa opinión. Es mejor saber claramente qué se piensa de uno en vez de suponer.Preocupación por la situación de la empresa: intente averiguar cómo puede apoyar a la empresa para que supere los tiempos difíciles, más allá de lo que ya hace en su trabajo. Si las cosas no mejoran, empiece a buscar opciones fuera de ella en lugar de hacerse un mal ambiente.
Tareas monótonas y aburridas: busque responsabilidades más allá de su área de trabajo o involúcrese en nuevos proyectos. Esta forma de actuar es, además, la mejor manera de obtener más experiencia y valor para la compañía.
Trabajo en algo que no corresponde con mi vocación: que para usted sea importante el salario y la estabilidad laboral, no impide que pueda dar sus primeros pasos cultivar su interés personal, aunque sea de forma voluntaria, con amigos o algunos pocos clientes. Esa es la forma de lanzarse, y es gratificante.
No progreso en la empresa como debería: en este caso conviene hacerse una serie de preguntas para las que solo uno mismo tiene respuesta: ¿Se ha marcado sus objetivos de forma clara? ¿Los demás conocen sus objetivos y le han comentado si son realistas o no? ¿Ha elaborado un plan de acción? ¿Puede hacer más cosas?
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Fuente: El Comercio
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